
Presenta presupuestos acompañados de un esquema facial claro y visual para que tus pacientes comprendan cada procedimiento. Brinda seguridad desde la primera consulta y facilita la aceptación del tratamiento mostrando zonas, puntos de aplicación y resultados esperados.
Consulta el historial estético de cada paciente con fotografías, fechas, productos utilizados y resultados. Da seguimiento a procedimientos previos y ofrece recomendaciones más precisas para futuras sesiones, construyendo confianza y continuidad.